Estamos en una encrucijada, cuando el amarillismo y el afán por
mostrar la verdad de algo se entrelazan, cuando la intimidad de una persona se
ve envuelta en un escándalo que se centra en el medio de estas dos. Ya hay
muchos que estamos satanizando a la periodista que libero el video, de una
forma desmesurada o no, esto comprueba que lo que se venía denunciando al
interior de una institución tan desprestigiada y falta de Valores como la policía
nacional es de dimensiones mayúsculas.
Me queda claro que en el video, quien puede ser considerado
como la víctima, está sometido a un interrogatorio de tamañas proporciones, y
que este, en su inocencia, soltaba cada palabra como el más infantil de los
niños cuando les preguntan por su juguete favorito; ya hice la pregunta una vez
y la vuelvo hacer, ¿con que finalidad se hacen estas grabaciones? ¿Quién las
Ordena? ¿Quién es el que realmente se beneficia de ellas?, son preguntas que
muchos de nosotros nos debemos estar haciendo y que por obvias razones no
obtendremos respuesta tan fácilmente, por un motivo u otro, debemos apartar un
poco nuestro sensacionalismo y solidaridad con cualquiera de los dos bandos y
ser más objetivos, enfocarnos en el problema de raíz, en que es lo que está
pasando al interior de la institución que nos debe proteger, por que quedarse
callados sobre el daño que se le ha hecho a una familia es tan grave como
obviar que en las entrañas de la institución se cuece un caldo tan podrido como
el caso Nule o REFICAR o el mismo caso de la venta de ISAGEN.
En ultimas debemos analizar, quienes nos suministran la
información, es claro que vivimos en un país completamente parcializado, donde
un bando no reconoce y ataca desmedidamente al otro, perdiendo así, la
objetividad y dejando de lado su compromiso con la verdad. Por mi parte, como
ciudadano Colombiano que soy, exijo siempre respeto por la persona, pero aún más,
exijo una respuesta contundente de la autoridades competentes, pues no se puede
permitir que la imagen de la policía Nacional siga cayendo, que por culpa de
unos uniformados con sexualidad reprimida y abuso de poder, ensucien la imagen
de la institución que más deben respetar los ciudadanos, por ser los que velan
por nuestra seguridad.
Por
FASG
Comentarios
Publicar un comentario